El Maestro Ascendido El Morya, de origen mercuriano, quien ha servido en numerosas encarnaciones como Rey, hombre de Estado, ejecutivo legislador de hombres, monarcas y naciones, comprometido activamente en el servicio a la luz, ha hecho énfasis en su legado más importante y esencial: inspirarnos a vivir una obediencia iluminada a la Voluntad de Dios.
El Maestro el Morya es conocido como un estricto disciplinario que espera una acción pronta y vigorosa de sus chelas, tiene aire marcial y habla en cortas y concisas frases, como si estuviera acostumbrado a que instantáneamente se le obedeciese de hecho el credo Espiritual de su la Hermandad en Darjeeling es "¡YO LO HAGO!"
La
presencia del Maestro El Morya da la impresión de una fortaleza y
poderío irresistible con imperiosa dignidad que mueve a profunda
reverencia. Su cuerpo es de regia estirpe Rajput y mide 1,98 m., es
apenas unos milímetros más bajo que el Manú Vaivaswatta; posee
unos penetrantes ojos color marrón de escudriñante y poderosa
mirada; usa barba partida, casi negra y sobre los hombros le cae la
cabellera.
Como
Abraham, descendiente
de una familia de sacerdotes de sangre real,
antiguo
patriarca progenitor de las doce tribus de Israel, fue considerado el
fundador de todas las religiones y el prototipo del hombre de fe
quien dejó sus tierras y viajó a otras desconocidas, que Dios le
había prometido que heredaría, para convertirlas en una gran
nación. Como
aporte de los numerosos profetas
que
vinieron a despertar la conciencia de la humanidad, Abraham nos
enseñó a soltar todos los dioses externos y dirigirnos hacia la
única fuente inagotable del Yo Soy de cada uno.
Encarnaciones de El Morya
El
Morya, quien
encarnó varias veces como un rey,
fue Melchor, uno de los tres Reyes Magos que siguieron a la Estrella
de Belén para llegar a Jesús –el que cumpliría todas las
promesas de Dios para sus descendientes espirituales– junto a los
sabios de Oriente, Gaspar y Baltazar –encarnaciones de Kuthumi y el
Maestro Tibetano Djwal Khul–.Otra
vez mostró su fe y la obediencia a la voluntad de Dios,
que
lo impulsó a buscar al Cristo en sus siguientes vidas.
Reaparece
en el siglo V como Arturo, rey de los británicos, quien haciendo uso
del correcto poder de la voluntad divina, “poder
para la justicia y defensa de la Verdad”,convierte
a Camelot en un lugar idílico de igualdad, justicia y paz, donde
para proteger las sagradas enseñanzas de Cristo convoca a los
Caballeros de la Mesa Redonda para buscar el Santo Grial, del cual se
decía que tenía poderes curativos y regenerativos, pero
que no es otra cosa más
importante
que el descubrimiento interno del Yo Superior,
el
verdadero autoconocimiento.
Estuvo
asistido por un gran Maestro Ascendido, Saint Germain,
quien
aparecía como el rayo de Merlín, con su vibración, videncia y
magia, conocía los secretos de la juventud y de la alquimia y
aconsejaba y ayudaba al rey Arturo a establecer
el reino de Britania, una fortaleza en contra de la ignorancia y la
superstición.
En
el siglo XII, como Tomás Becket, Canciller de Inglaterra y arzobispo
de Canterbury –por su atención a los detalles del Estado y de la
Iglesia–,defendió
el honor y la integridad de Dios en múltiples desafíos,cumpliendo
a cabalidad el cargo religioso, pero cuando se negó a hacer lo que
Enrique II le pedía fue asesinado mientras oraba en la catedral.
Tomás
Becket fue convertido en mártir y tras una serie de milagros que
según se contó habían ocurrido en su tumba, fue canonizado en
febrero de 1173.
Nuevamente,
como Tomás Moro en el siglo XV, sirve
como conciencia y consejero principal del rey inglés Enrique VIII
–encarnación
de Enrique II, dos veces nacido como rey, quien lo elevó dos veces
al cargo de Canciller y dos veces lo martirizó por haber obstruido
sus ambiciones–. En esta ocasión se rehusó a apoyar el divorcio
del rey pues era un defensor de la Iglesia católica y antes de ser
decapitado mencionó que no podía ir en contra de su conciencia, que
moría
como “buen Siervo del Rey, pero de Dios, primero”.
Escribió
el famoso libro Utopía. Fue canonizado en 1935.
La
coincidencia de vidas de Tomás Becket y Tomás Moro es
extraordinaria. Ambos fueron favoritos del rey que amaron más a Dios
que a su rey. Tomás
Becket dio su vida para salvar a la iglesia inglesa de la agresión
real;
Tomás
Moro dio la suya en un vano esfuerzo por preservarla de mayores
agresiones.
Después
de solo siete años, El
Morya encarnó como Akbar,
el
más grande de los gobernantes mogoles. Su imperio se extendía sobre
gran parte de la India, Afganistán y el Pakistán actual. A pesar de
su riqueza y poderío, tenía costumbres modestas, comía poco y se
abstenía de comer carne seis meses al año y prohibía la matanza de
animales durante ese período. Era
amigo de la gente común y trataba a todos con igualdad,independiente
de la raza y de la religión, pues no solo quería traer a su pueblo
prosperidad y paz sino que deseaba elevarlo a una espiritualidad más
elevada. Como
era
tolerante con todas las religiones,
se tomó siete años para estudiar a fondo las enseñanzas y
ceremonias de cada una y concluyó que todas tenían limitaciones y
prejuicios y quiso reunir lo mejor en una sola, pero sus súbditos
estaban demasiado apegados a sus creencias. El Imperio cayó en
decadencia después de su muerte en 1605.
La
última vida de El Morya fue como El Morya Khan,
príncipe
rajput de la India al final del siglo XIX. Con sus compañeros
íntimos, el Maestro Kuthumi y Djwal Khul El Tibetano, se encargó de
los dos fundadores de la Sociedad Teosófica, Mme. H.P. Blavatsky y
el coronel Henry Steele Olcott, entrenándolos y guiándolos en la
fundación de lo que iba a ser la primera de varias presentaciones
de la Sabiduría Eterna y las enseñanzas de la Jerarquía cósmica
para la civilización occidental,
–la
energía unificante que eventualmente traerá paz y entendimiento al
mundo–.
Atributos del Maestro
El
Morya dejó este mundo en 1898 y
ascendió para prestar un mejor servicio a la Humanidad.
Todas
estas vidas adquiriendo
maestría
en
la esencia de la voluntad de Dios, le calificaron para desempeñar el
cargo de Señor
del Primer Rayo,
el Rayo Azul, que representa la Voluntad de Dios, la Fe, la Fuerza,
el Poder y la Protección.
Es
el rayo de los atributos
divinos
del
valor, la certidumbre, el poder, la franqueza, la confianza en uno
mismo, la fiabilidad, la fe y la iniciativa, del poder divino y el
liderazgo, por ello los ejecutivos y
los
gobernantes están bajo este Rayo Azul,
así
como también las actividades y asuntos gubernamentales. Está
fuertemente asociado con el chakra de la garganta, el centro de poder
de nuestro ser espiritual, y la energía de la expresión honesta y
creativa; los
seres encarnados del rayo azul van a manifestar debidamente la
palabra divina en obra divina.
El
Maestro El Morya, junto a
su
complemento Lady Miriam;
el
arcángel san Miguel –guardián de la Fe y protector contra el mal,
que
ayuda
a los seres humanos a combatir el miedo a decir la verdad–
y
Fe, el Elohim Hércules y su complemento divino Amazonia, nos
acompañan para permitirnos desenvolver toda la fortaleza que
necesitamos para enfrentar nuestras dificultades, todas las
situaciones complicadas de cada día, y nos
otorgan
el VALOR necesario
para enfrentar los problemas cotidianos y las vicisitudes de la vida
diaria. Su día de manifestación es el domingo.
El
Morya está a cargo del Templo
de la Voluntad Divina en Darjeeling,
India. La Llave tonal del Templo es Pompa
y Circunstancia de
Elgar. Su Llave tonal personal y la de su rayo gemelo es Panis
Angelicus.
Con
Saint Germain y la Madre María,
también
entrenó a Elizabeth Clare Prophet, como su Mensajera. Ella llevó la
llama de la Madre del Mundo y el Estandarte de Maitreya, y continuó
la tradición de los Iniciados y de la Escuela de Misterios en
Summit University.
El
Morya y Kuthumi nos explican el atributo del trabajo espiritual de
los tiempos nuevos y que cada uno deberá atender a su debido tiempo:
“En
el plano de la Tierra se
hallan disponibles las enseñanzasque
se corresponden con los distintos niveles de conciencia que han
transitado los hermanos que la porción espiritualmente despierta de
la Humanidad identifica como maestros ascendidos…
Cuando
un Ser Humano
manifiesta
intención de búsqueda espiritual
reiterada
y sostenida, es “detectado” por los seres y entidades que tienen
la responsabilidad de monitorear tales eventos en la Tierra y el
símbolo de un ojo luminoso es puesto sobre el lugar que ocupa este
Ser Humano en el mapamundi de la Humanidad. De esta manera comienzan
a mirarle de cerca, porque usted
ha
atraído la atención de las amorosas energías que buscan “señales
de vida espiritual”
en
la Tierra. Una vez “le han echado el ojo” el Ser Humano forma
parte de un grupo que es atendido diligentemente desde este lado del
velo, hasta que son configurados en su anatomía energética los
fundamentos que más adelante –si así lo quiere-le
permiten seguir construyendo su “templo interior” en esa vida.
Por
lo general encontrará y conocerá personas en su misma condición,
lo que le anima a continuar hacia delante y le ayuda a sentirse en
compañía y a entender que no está solo…
Nadie
puede decirle a usted que
nuestra presencia en su vida es cierta y tampoco nadie puede
asegurarle que nuestra presencia no es una certeza. Eso es algo sobre
lo que solo usted
puede discernir entrando a su centro corazón
y
centrando su atención en el Ser que verdaderamente usted Es”.
Invoquemos
entonces la llama azul para
estimular la Fe, para lograr Protección, para hallar fortaleza y
alcanzar las virtudes propias del rayo azul: Ternura,
humildad, simpatía, tolerancia y paciencia.
Fuente:
La
hermandad blanca
Grupo
Metafisico de Chile.
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