martes, 23 de agosto de 2016
REGALOS QUE DECIDO NO ACEPTAR
Era un profesor, comprometido y estricto, conocido por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo.
Al finalizar el curso, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:
- Profesor, lo que me alegra de haber terminado las clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de ver su cara aburrida.
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- ¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no.
- Bueno, prosiguió el profesor, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere - dijo el alumno confundido-.
- Muy sencillo. Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad. Muchacho, tu rabia pasará. No trates de dejarla conmigo porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo llevo en el mío.
Tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.
jueves, 2 de junio de 2016
LA SAL DE LA VIDA, NUESTRA VIDA.
El
anciano maestro hindú estaba ya cansado de escuchar las constantes
quejas de su aprendiz, así que pensó que debía enseñarle algo que
le hiciera recapacitar. Una mañana le pidió que le trajera sal y
cuando regresó, el maestro le dijo que echara un puñado en un vaso
de agua y que, a continuación se la bebiera.
—¿Cómo sabe ahora el agua?—, preguntó el sabio anciano.
— Muy salada — respondió el discípulo poniendo cara de asco.
Aguantándose la risa el maestro le indicó que repitiera la acción, pero en lugar de tirar la sal en un vaso lo hiciera en un lago. Caminaron sin prisas hacia un gran lago situado en medio de un vergel a las afueras de su aldea y cuando el discípulo cumplió la orden el venerable maestro le pidió que bebiese.
— ¿A qué te sabe ahora? — le preguntó.
Y el aprendiz le respondió:
— Esta agua está fresquísima. No sabe nada a sal, es una delicia para el paladar.
Entonces el maestro cogiéndole las manos a su discípulo, le dijo:
— El dolor de la vida es pura sal. Siempre hay la misma cantidad, sin embargo su sabor depende del recipiente que contiene la pena. Por eso, cuando te aflijan las adversidades de la vida, agranda el sentido de las cosas.
Deja de ser un vaso y conviértete en un lago.
lunes, 18 de enero de 2016
EL ÁRBOL QUE NO SABÍA QUIEN ERA
Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,... Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos.
-No sé quién soy... -se lamentaba-.
![]() |
Cuentos orientales |
-Te falta concentración... -le decía el manzano- Si realmente lo intentas podrás dar unas manzanas buenísimas... ¿Ves qué fácil es? Mira mis ramas...
-No le escuches. -exigía el rosal- Es más fácil dar rosas. ¡¡Mira qué bonitas son!!
Desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no conseguía ser como los demás, cada vez se sentía más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves. Al ver la desesperación del árbol exclamó:
-No te preocupes. Tu problema no es tan grave... Tu problema es el mismo que el de muchísimos seres sobre la Tierra. No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo tal como eres. Para conseguir esto, escucha tu voz interior...
¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... -se preguntaba el árbol angustiado y desesperado-. Después de un tiempo de desconcierto y confusión se puso a meditar sobre estos conceptos.
"Tú nunca en la vida darás manzanas porque no eres un manzano. Tampoco florecerás cada
primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quien eres. ¡Sé quien eres!, ¡sé quien eres!..."
primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quien eres. ¡Sé quien eres!, ¡sé quien eres!..."
Poco a poco el árbol se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro de sí mismo. Se dispuso a ser lo que en el fondo era. Pronto ocupó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Solo entonces el jardín fue completamente feliz. Cada cual celebrándose a sí mismo.
domingo, 4 de octubre de 2015
LA RANA SORDA
La rana sorda
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron lo hondo que era, les dijeron que debían darse por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas se rindió, se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando con la fuerza que le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacía señas para que dejara de sufrir y se dispusiera a morir pues era inútil seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos alegra que hayas logrado salir a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda y que creía que la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
Una palabra de aliento a una persona que se sienta desanimada, puede ayudar a levantarla y una palabra destructiva puede acabar de hundirla.
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe".
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas se rindió, se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando con la fuerza que le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacía señas para que dejara de sufrir y se dispusiera a morir pues era inútil seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos alegra que hayas logrado salir a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda y que creía que la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
Una palabra de aliento a una persona que se sienta desanimada, puede ayudar a levantarla y una palabra destructiva puede acabar de hundirla.
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe".
martes, 8 de septiembre de 2015
“Lecciones de vida” (2001)
Elisabeth Kübler-Ross – “Lecciones de vida” (2001)
Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras almas.
Cuando hablamos de aprender nuestras lecciones, estamos hablando de deshacernos de asuntos inacabados. Los asuntos inacabados no tienen que ver con la muerte, sino con la vida.
“Sí, he tenido una buena vida pero, ¿he sacado tiempo para vivir de verdad?”. Hay muchas personas que han existido, pero que realmente nunca vivieron. Y gastaron cantidades inmensas de energía en mantener ocultos sus asuntos inacabados.
Puesto que los asuntos inacabados son el mayor problema en la vida, también es el tema principal que abordamos cuando nos enfrentamos a la muerte. Muchos de nosotros dejamos la vida con una gran cantidad de asuntos inacabados; algunos solo dejan unos pocos.
En tiempos antiguos, la comunidad solía tener lugares para reunirse donde los niños y los adultos escuchaban, mientras los ancianos y ancianas contaban historias de la vida, de los desafíos de la vida, y las lecciones que pueden extraerse de los últimos momentos de una vida. La gente sabía que a veces nuestras lecciones más importantes se hallan en los momentos de mayor sufrimiento.
Encontramos muchas cosas en este largo viaje, extraño a veces, que contemplamos como vida, pero básicamente nos encontramos a nosotros mismos. Quiénes somos en realidad, qué es lo que más nos importa.
Los moribundos siempre han sido maestros de grandes lecciones, porque cuando nos vemos empujados hacia el final de la vida es cuando la vemos con mayor claridad. Al compartir con nosotros sus lecciones, los moribundos nos enseñan mucho sobre el inmenso valor de la vida en sí.
En lo más profundo, todos sabemos que hay alguien que estamos destinados a ser. Y podemos sentir cuándo nos vamos convirtiendo en ese alguien. Lo contrario también es verdad: sabemos cuando algo no encaja y no somos la persona que estábamos destinados a ser.
Consciente o inconscientemente, todos buscamos respuestas, intentando aprender las lecciones de la vida. Andamos a tientas por miedo y culpa. Vamos en busca de sentido, amor y poder. Tratamos de comprender el miedo, la pérdida, el tiempo. Tratamos de descubrir quiénes somos y cómo podemos llegar a ser realmente.
Sin embargo, con demasiada frecuencia los buscamos en el dinero, en la condición social, en el trabajo perfecto, o en otros lugares, solo para descubrir que estas cosas carecen del sentido que esperábamos encontrar y que incluso nos producen angustia. Seguir estas pistas falsas sin una comprensión más profunda de su significado nos deja inevitablemente con una sensación de vacío, creyendo que la vida tiene muy poco o ningún sentido, que el amor y la felicidad son tan solo espejismos.
Para conocernos, ser auténticos con nosotros mismos, para descubrir lo que queremos hacer y lo que no, necesitamos comprometernos con nuestras propias experiencias. Todo lo que hacemos debemos hacerlo porque nos produce alegría y paz, desde el empleo que tenemos hasta la ropa que usamos. Si hacemos algo para aparentar respetabilidad a los ojos de los demás, no estamos viendo el valor que hay en nosotros. Es sorprendente hasta qué punto vivimos mucho más por lo que deberíamos hacer que por lo que queremos hacer.
Solo podemos encontrar paz y felicidad en el amor cuando eliminamos las condiciones que ponemos a nuestro amor por los demás. Y generalmente a los que más amamos les imponemos las peores condiciones. Nos han enseñado bien el amor condicional, lo cual dificulta mucho el proceso de desaparecer. Como seres humanos, no es posible encontrar un amor totalmente incondicional entre nosotros, pero podemos encontrar más que los pocos minutos que por lo general tenemos en la vida.
Una de las pocas áreas donde realmente podemos encontrar amor incondicional es en nuestros hijos cuando son muy jóvenes. No les importa nuestro tiempo, nuestro dinero o nuestros logros. Simplemente nos aman. A la larga les enseñamos a poner condiciones a su amor cuando los recompensamos por sonreír, por obtener buenas calificaciones, y por ser lo que queremos que sean. Pero, aun así, podemos aprender mucho del modo en que los niños nos aman. Si amáramos a nuestros hijos un poco más incondicionalmente, durante un poco más de tiempo, tal vez crearíamos un mundo muy diferente para vivir.
A la larga perdemos todo lo que poseemos, pero lo que importa en definitiva no se pierde nunca. Nuestras casas, coches, empleos y dinero, nuestra juventud e incluso seres queridos solo los tenemos en préstamo. Como todo lo demás, no podemos conservar siempre a nuestros seres queridos. Pero la aceptación de esta verdad no tiene por qué entristecernos. Por el contrario, puede proporcionarnos la capacidad de valorar mejor la infinidad de experiencias y cosas maravillosas que tenemos durante el tiempo que permanecemos aquí.
En muchos aspectos, si la vida es una escuela, la pérdida es una parte importante del currículum.
Cuando experimentamos una pérdida también experimentamos que a los que amamos –y algunas veces incluso a los extraños– cuidan de nosotros en tiempos de necesidad. La pérdida es un agujero en el corazón. Pero es un agujero que inspira amor y puede contener el amor de los demás.
Hemos aprendido mucho sobre la pérdida gracias a los moribundos. Los que han estado técnicamente muertos y los han hecho volver a la vida nos transmiten algunas lecciones claras y sencillas. Primero, aseguran haber perdido el miedo a la muerte. Segundo, dicen que ahora saben que la muerte solo es desechar un cuerpo físico, muy semejante a quitarse un conjunto de ropas que ya no son necesarias. Tercero, recuerdan haber tenido una profunda sensación de integridad en la muerte, haberse sentido conectados con todo y con todos, y sin ninguna sensación de pérdida. Finalmente, nos cuentan que nunca estuvieron solos, que alguien estaba con ellos.
Éste es uno de los propósitos para los que sirve la pérdida en la vida: nos une. Nos ayuda a comprender a los demás de un modo más profundo. Nos conecta con los otros como ninguna otra lección de vida podría hacerlo. Cuando nos une la experiencia de la pérdida, nos preocupamos por los demás y los percibimos de un modo nuevo y más profundo.
No tendrás otra vida como ésta. Nunca volverás a desempeñar este papel y experimentar esta vida tal como se te ha dado. Nunca volverás a experimentar el mundo como en esta vida, en esta serie de circunstancias concretas, con estos padres, hijos y familiares. Nunca tendrás los mismos amigos otra vez. Nunca experimentarás de nuevo la tierra en este tiempo con todas sus maravillas. No esperes para echar una última mirada al océano, al cielo, las estrellas o a un ser querido. Ve a verlo ahora.
domingo, 14 de junio de 2015
CONSTELACIONES FAMILIARES
De nuevo tendremos la oportunidad de compartir un buen momento y observar como funcionan las constelaciones familiares.
El próximo día 12 de julio de 10:00 a 14:00 a cargo de Carol Pardo (Vitalfeeling)
CONSTELACIONES
FAMILIARES
¿ QUÉ SON LAS CONSTELACIONES FAMILIARES?
Las Constelaciones Familiares es
una metodología de trabajo (no es un proceso terapéutico) que estudia los
vínculos que existen en las relaciones entre personas y busca el origen de la
causa de un conflicto actual en la vida del cliente.
Mediante la configuración del
conflicto o problema que plantee el cliente y con la ayuda de representantes (u
objetos en caso de sesiones individuales) se van desarrollando diferentes
movimientos que van tejiendo una historia y con la ayuda del constelador se van
sanando o propiciando un acercamiento entre aquellas relaciones o situaciones
que originalmente causaron el conflicto.
Las Constelaciones Familiares se
pueden realizar en grupo y también en sesiones individuales.
¿CÓMO ME PUEDE AYUDAR?
Las Constelaciones Familiares
aportan información y claridad con respecto a cualquier tema que preocupe al
cliente: familiar, laboral, económico, amor, salud, relaciones de pareja y con
otras personas, vacío existencial, búsqueda de misión y propósito en la vida,
etc….
Con dicha información se crea una
nueva imagen interna en el cliente y desde este nuevo punto de visa, el cliente
puede comprender mejor el origen del problema y desde ahí puede dar los pasos
necesarios para la resolución del mismo.
¿CUÁNDO NOTARÉ LOS EFECTOS?
domingo, 7 de junio de 2015
ORACIÓN HO´OPONOPONO DE SANACIÓN
Quiero compartir una forma de sanación desde el perdón tan conocida para algunos pero poco practicada a la vez,
Te invito a probar y empezarás a ver los cambios...primero en pequeñas cosas de nuestro día a día y más tarde en transformaciones en temas más delicados que todos tenemos.
Te invito a probar y empezarás a ver los cambios...primero en pequeñas cosas de nuestro día a día y más tarde en transformaciones en temas más delicados que todos tenemos.
Oración de ho’oponopono para la sanación
Texto completo
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo en Uno si yo, mi familia, parientes y antepasados te ofendimos a ti, tu familia, parientes o antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el principio de la creación hasta el presente, te pedimos perdón… Deja que esta oración limpie, purifique y libere. Corta todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas y transmuta esas energías no deseadas en Luz Pura. Gracias porque así se ha hecho.
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a mi malestar físico y emocional
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a mi falta de buena salud.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a mis creencias limitantes.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a mi sensación de malestar.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a esta falsa apariencia de enfermedad.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a esta falsa creación en mi cuerpo físico y mental.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Padre, limpia en mi todo aquello que contribuye a los síntomas de dolor carencia y limitación.
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
Lo Siento, Perdóname, Gracias, te Amo. (3 veces)
YO SOY un cuerpo y una mente saludables.
YO SOY un alma alegre disfrutando de la vida.
YO SOY agradecimiento por la manifestación de la salud.
YO SOY la manifestación del amor a mí mismo.
YO SOY un ser humano sano que disfruta de cuidarse.
YO SOY salud.
YO SOY luz.
YO SOY amor.
YO SOY abundancia.
YO SOY prosperidad.
YO SOY libertad financiera.
YO SOY bienestar en todas las áreas de mi vida.
YO SOY un alma alegre disfrutando de la vida.
YO SOY agradecimiento por la manifestación de la salud.
YO SOY la manifestación del amor a mí mismo.
YO SOY un ser humano sano que disfruta de cuidarse.
YO SOY salud.
YO SOY luz.
YO SOY amor.
YO SOY abundancia.
YO SOY prosperidad.
YO SOY libertad financiera.
YO SOY bienestar en todas las áreas de mi vida.
Yo perdono todo lo que necesite mi perdón y me perdono a mí mismo por los errores cometidos y el daño causado, lo dejo ir, queda libre, quedo libre. ¡Gracias Padre porque así es!
YO sé que la única verdad de mi universo es salud, amor, abundancia, prosperidad, éxito y alegría. Yo doy las gracias al Divino Creador porque esto es así en mi vida, aquí, ahora y siempre.
GRACIAS PADRE, PORQUE HOY ESTOY MUCHO MEJOR QUE AYER!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)